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Kendrick Lamar se convierte en el primer artista de hip hop en liderar el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl, dejando una marca imborrable con "Not Like Us".
En un espectáculo inolvidable en el Caesars Superdome de Nueva Orleans, Kendrick Lamar hizo historia al ser el primer rapero en encabezar en solitario el medio tiempo del Super Bowl. Durante 13 minutos, el ganador del Pulitzer presentó éxitos como "GNX", "Humble", "DNA" y el icónico "Not Like Us". Samuel L. Jackson, vestido como el Tío Sam, abrió el show, estableciendo un tono crítico y patriótico mientras Lamar, acompañado por bailarines en colores rojo, blanco y azul, ofrecía un despliegue visual y sonoro impecable. La actuación destacó su compromiso con la narrativa social y su habilidad para encender el escenario.
El momento más esperado llegó con "Not Like Us", tema que ha acumulado mil millones de reproducciones en Spotify y es un símbolo de identidad cultural y resistencia para Los Ángeles. A pesar de la controversia con Drake, quien demandó por difamación debido a las letras de la canción, Lamar no retrocedió y ofreció una versión adaptada que cerró el show con fuerza. La aparición sorpresa de SZA, colaboradora frecuente del rapero, añadió un toque emotivo con interpretaciones de "Luther" y "All the Stars".
La presentación de Lamar no solo reafirma su posición como uno de los artistas más influyentes de la actualidad, sino que también consolida al hip hop como un género central en la cultura popular. Con su autenticidad y mensaje poderoso, el rapero cumplió su promesa de "recordarle al mundo por qué eligieron al correcto".