Un estudio reciente reveló que más del 80% de los restaurantes muestreados en Tampa Bay siguen vendiendo camarón importado como si fuera silvestre del Golfo. En una primera prueba, de 44 restaurantes analizados solo 2 sirvieron camarón realmente local, y en un segundo muestreo con 22 restaurantes, apenas 3 ofrecieron producto auténtico mientras que 12 engañaban al consumidor al promocionarlo como del Golfo. Uno de los pocos en aprobar ambas pruebas fue Salt Shack on the Bay en Tampa. Este fraude no solo afecta a los clientes que pagan por un producto que no reciben, sino también a los pescadores y a la industria del camarón silvestre, que ven limitada su participación en el mercado. A diferencia de estados vecinos como Luisiana o Alabama, Florida aún no cuenta con leyes que obliguen a los restaurantes a identificar el origen del camarón en sus menús.